Platos típicos

Las carnes procedentes del ganado vacuno –con mención especial para la raza autóctona conocida como carne avileña negra– son el ingrediente estrella de la gastronomía típica de Ávila. Sin olvidar la carne de cerdo y los productos procedentes de la matanza. Así, unidas a sus legumbres, la carne es la base principal de las recetas tradicionales que se elaboran en las cocinas de la provincia, la mayoría de ellos nacidos de la sabiduría popular y generalmente enfocados a protegerse de las bajas temperaturas típicas de la zona.

Patatas Revolconas

Conocidas también como patatas ‘trabajadas’ o ‘meneás’, era un plato muy popular entre los campesinos y actualmente un imprescindible de los bares de tapas. La base consiste en un puré de patata aliñado con pimentón y coronado con torreznos fritos bien crujientes. Aquí la receta.

 

Sopa Castellana

La sopa castellana, un receta procedente de los antiguos pastores de las tierras de Castilla, es una sopa elaborada con ajos y pan, que se sofríen juntamente con un poco de jamón y pimentón, que se termina cascando huevo sobre ella que se cocina con el calor restante.

 

Monda de Mombeltrán

Originario del pueblo de Mombeltrán, se trata de un revuelto de huevo, al cual se le añaden tropezones de la chacinería propia de Ávila, generalmente jamón y lomo de cerdo cortado en tiras y fritos en manteca, así como picadillo de chorizo.

 

Tortilla de Tarallos

Típica de Lanzahíta se elabora con huevos y espárragos silvestres que crecen en los alrededores de la localidad en los meses de la primavera.

 

Judiones del Barco

Los judiones del Barco se caracterizan por su gran tamaño y su color blanco y son originarias del suroeste de la provincia de Ávila, concretamente del municipio de El Barco de Ávila. Se suelen preparar con ingredientes como costillas adobadas, panceta adobada, chorizo y morcilla asturianos, cebolla, ajos y laurel.

 

Cocido Morañego

El secreto de este plato son sus garbanzos, una variedad que se cultiva en la comarca de La Moraña y se caracteriza por el color amarillento y su textura mantecosa. El cocido morañego se cocina, a fuego lento en una olla de barro, añadiendo a los garbanzos otros ingredientes como morcillo de ternera, tocino de cerdo y verduras variadas.

 

Chuletón de Ávila

Es el plato más obvio de la cocina abulense pero también uno de los más celebrados. Se trata de carne de excelente calidad obtenida de las terneras de raza avileña que pastan en las verdes dehesas de la provincia. No en vano, desde 1988 ostenta el reconocimiento de IGP Carnes de Ávila (Identificación Geográfica Protegida).