Conocido en la antigüedad como San Esteban del Castañar, esconde un caserío apretado de callejuelas estrechas y empinadas. La Iglesia de San Esteban, de estilo gótico isablelino, data del siglo XV y desde su emplazamiento se domina todo el Barranco. Además, conserva la pila bautismal donde fue bautizado San Pedro Bautista, patrón de la localidad. La figura de la iglesia destaca sobre las casas que se apiñan en torno al mítico pilón –fuente característica hecha en granito, de principios del siglo XVI–. De interés turístico regional son las fiestas en honor a San Pedro Bautista con su tradicional ‘Vitor’; procesión a caballo acompañado de luminarias al anochecer rememorando la vida del primer mártir del Japón.